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La policía federal de Brasil informó el jueves que ha imputado al expresidente Jair Bolsonaro y a otras 36 personas por intentar un golpe de Estado para mantenerlo en el cargo tras su derrota electoral en las elecciones de 2022.
Los resultados debían ser entregados el jueves al Supremo Tribunal de Brasil para ser remitidos al fiscal general Paulo Gonet, quien decidirá si está de acuerdo con las acusaciones y somete a juicio al expresidente o si desestima la investigación.
El informe policial final culmina casi dos años de especulaciones sobre el papel de Bolsonaro en el movimiento negacionista de las elecciones que terminó en disturbios de sus partidarios que arrasaron la capital Brasilia en enero de 2023, apenas una semana después de que su rival, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva, asumiera el cargo.
Muchos manifestantes dijeron que querían crear caos para justificar un golpe militar.
Algunos de los presuntos conspiradores tenían un plan para asesinar a Lula antes de que asumiera el cargo, dice la policía.
Candidatura en el aire
Las acusaciones formales de la policía serían un nuevo revés a los planes de Bolsonaro de presentarse como candidato a la presidencia en 2026. La reciente victoria del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, había animado a los aliados de Bolsonaro que intentaban revocar una decisión judicial que le impedía ejercer un cargo público por atacar la legitimidad de las elecciones de 2022.
Una vez que la policía presente su informe al Supremo Tribunal Federal de Brasil, la oficina del fiscal general decidirá si presenta cargos contra Bolsonaro y cualquier ex asistente implicado.
La investigación policial señalará a Bolsonaro como un actor clave en la conspiración y buscará responsabilizarlo penalmente por un intento de derrocar violentamente al gobierno democrático, dijo a Reuters una fuente policial bajo condición de anonimato.
